A Defe lo dejaron desarmado

La primera oportunidad, de las dos que hay, para subir del Torneo del Interior al Argentino B, tuvo sabor a frustración para Defensores de Formosa.

Publicada: 15/06/2009 19:50:09

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No pudo revertir el 1 a 0 que había recibido en Olavarría y como le ha ocurrido en las últimas tres series eliminatorias, no pudo ganar de local, y eso, en esta ocasión, en la final, fue dar una concesión muy grande porque quedó obligado a afrontar un protagonismo diferente al que tuvo cuando cerró afuera y entonces se quedó corto en ese intento.

Que lo buscó y lo buscó, no hay dudas, es algo que no admite discusión. Lo hizo a partir de un par de recursos desde lo táctico diferentes a los que venía mostrando, como por ejemplo la aparición de Gilberto Sanabria a la altura de los volantes y la ubicación de Rodolfo Castillo por la izquierda moviendo a Emilio Sotelo al centro junto a Ariel Garrido.

Después se encontró con factores que contribuyeron a que la tarde termine de otra manera pero no les sacó el mejor provecho. Por ejemplo que Ferro se quedó sin Claudio Biaggio a los 6 minutos por un desgarro. O que se sacó un lastre de encima consiguiendo el 1 a 0 a los 20 del primer tiempo. En el tramo final, cuando estaban 1 a 1, otra a favor, jugó más de 20 minutos con un hombre más pero no pasó de ejercer un dominio territorial que se trasladó a escasas situaciones de peligro sobre el arco rival donde una y otra vez se vieron falencias para definir de la mejor manera.

En el medio de esta realidad, con el 1 a 1 puesto y el ascenso que quedó para los visitantes, lo que más fue para lamentar de la oportunidad desaprovechada es entender que enfrente hubo un rival que no hizo más que Defensores o que al menos no mostró ser más equipo que los policías. Entonces esto lleva a reprocharse un poco más la ocasión que se fue, más allá que el mapa del torneo le presente una nueva el fin de semana que viene.

Los mismos jugadores deben haber entendido que esto fue así. Al menos lo transmitieron con sus gestos al final del partido, entre mucha desolación y frustración, sentimientos apoderados de un equipo que quedó desarmado desde lo anímico y que tendrá ahora la gran misión de enterrar esto que vivieron para sí sacarle provecho a los otros 180 minutos que tendrán desde el domingo que viene. Esos sí serán los últimos.

La Mañana de Formosa