Primera Nacional | Atlanta

En un partido muy polémico, Atlanta se quedó con el clásico

El Bohemio arrancó ganando 1-0, se quedó con dos hombres de menos y aguantó hasta el final para arrancar el torneo con el pie derecho. Ignacio Colombini marcó el gol del triun

Publicada: 17/03/2021 00:24:37

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Atlanta venía en la previa con muchas dudas. El andar del equipo en los amistosos y en el duelo por Copa Argentina frente a Villa San Carlos no había sido el mejor, y la idea de debutar en ese contexto con Chacarita no le agradaba a nadie. Sin embargo, el Bohemio sacó a relucir su mejor cara, golpeó rápido, fue inteligente para aguantar y mostró una enorme dosis de coraje para aguantar el partido cuando todo se le puso en contra. Gran debut en el torneo para Walter Erviti.

El partido comenzó con un Atlanta muy activo, firme en la presión y decidido a salir rápido de contra. La pelota la entregó sin demasiadas preocupaciones a Chacarita, pero no lo dejaba cruzar mitad de cancha cómodo. Una vez que recuperaba, buscaba profundo con Pedrozo y Solari, que lastimaban por las bandas. En la primera que ganó por la izquierda, con Ramiro Fernández, el lateral lanzó un centro que Colombini conectó por el segundo palo para poner el 1-0.

El arranque era perfecto, y el libreto se repitió, pero ahora con el local más necesitado. Con el correr de los minutos el partido se empezó a picar: Chacarita hizo méritos para quedarse con tres hombres menos en los primeros 20 minutos, con dos codazos (uno que incluyó un corte a Bolívar) y un planchazo de Gallegos a Rago que lo dejó varios minutos tendido. Para Broggi, sólo fue amarilla para el delantero, mientras que los codazos fueron ignorados.

Cuando moría el primer tiempo, Dramisino y Silcan fueron a disputar una pelota con mucha violencia. La jugada pedía una roja para cada lado, pero el árbitro consideró que la infracción era del hombre de Atlanta, que así se quedaba con 10 hombres con casi una hora de partido por delante. Al término de la primera mitad, el Bohemio se fue ganando 1-0 (aunque podría haber aumentado con una avivada de Solari que no pudo definir bien de zurda), pero con una preocupación seria para el complemento.

La charla en el descanso de Walter Erviti se extendió de más, el plantel salió unos minutos tarde, el entrenador se fue expulsado y tuvo que ver la parte final desde la platea. Sin cambios en los nombres, el esquema se adaptó a un 4-4-1, con Pedrozo y Solari jugando como volantes y Ochoa Giménez armando el doble cinco. Pero el Funebrero se le venía encima, llegando con más seriedad. Ahí apareció la figura de Pancho Rago para mantener el cero.

Viendo lo complicada que venía la jornada, Erviti mandó a sacar a Bolívar, amonestado, y metió en su lugar a Valentín Perales: un central para jugar de cinco. Además, agregó aire por la punta con el ingreso de Martínez por Pedrozo. Solari en una contra tuvo el segundo, pero esta vez perdió con Tripodi. Chacarita se iba cada vez más encima del Bohemio, que agotó variantes con los ingresos de Olivera por un extenuado Colombini y Casazza por Ochoa Giménez.

Si la sensación con el arbitraje ya era mala, cuando faltando 12 el juez expulsó a Perales, todo Atlanta enloqueció. El defensor había recibido una fuerte patada, y aparentemente se excedió en el reclamo. Aunque aseguraba que el insulto no había sido al juez, Broggi fue inflexible y dejó al Bohemio con 9. Por suerte para Villa Crespo, Matías Gallegos, que debía haber dejado la cancha a los 20 del primer tiempo, vio la segunda amarilla y la roja faltando 5 y emparejó un poco las cosas.

Pese a la inferioridad numérica y el cansancio, Atlanta pudo liquidarlo otra vez con Solari, que no pudo en la tercera que tuvo y volvió a perder con Tripodi. El juez dio 5 minutos más y Chacarita se dedicó a cargar con centros. En la última, hasta el arquero subió, pero no alcanzó. El Bohemio aguantó más, incluso en desventaja, y se llevó los tres puntos para Villa Crespo.

Empezar así el torneo le dará un fuerte envión anímico al plantel. No tanto por el juego en sí, sino por las agallas con las que jugaron el clásico. Entendieron que ni siquiera un pésimo arbitraje los debía sacar de su objetivo, y lo consiguieron. Habrá tiempo para mejorar aspectos futbolísticos que, en un clásico -y menos en estas condiciones-, no tienen ningún sentido analizar. El Bohemio pisó fuerte en San Martín y arranca con una sonrisa la Primera Nacional.

Mariano Perusso

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