Primera Nacional | Atlanta

El Bohemio volvió a perder, sigue cayendo y no toca fondo

Ante Ferro, el elenco de Alejandro Orfila fue superado por 1-0 y acumuló su segunda derrota al hilo. Además, marcó solo en uno de los últimos cuatro encuentros.

Publicada: 15/06/2022 00:04:50

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Atlanta sigue en franca caída y no parece encontrar el fondo. La victoria con gran nivel ante Quilmes quedó como un espejismo en un desierto en el que los goles y el buen fútbol escasean. Y aunque la actitud del equipo haya mejorado con la llegada de Alejandro Orfila, da la sensación de que la situación actual no depende directamente de un entrenador.


Este martes, ante Ferro, protagonizaron un encuentro atractivo e interesante: los dos proponían un juego vertical, profundo y salteando el medio. Un estilo que al Bohemio le ha dado mejores resultados que el del toqueteo buscando los espacios. Sin embargo, sigue inconexo en tres cuartos de cancha. Así, más allá de la intensidad, la falta de gol se explica sola: la pelota, a los delanteros, no le llega.

En ese golpe a golpe, el local se mostraba más sólido a la hora de armar los embates, y mucho más compacto como equipo. Así fue que a los 30 tradujo esa superioridad en el gol que le dio la apertura del marcador. Torres armó una buena jugada por derecha, cambió de frente para Giaccone que, dentro del área, amagó a pegarle pero la bajó de primera para Enzo Díaz, que frente a Rago la punteó al primer palo.

El triunfo era justo para los de Caballito, que se habían mostrado mejor en la media hora inicial. El Bohemio trató de encontrar rápido el empate abanderado en su mejor arma: Juan Bisanz. El juvenil ganó casi todo el partido el duelo con Cáceres, pero en pocas ocasiones pudo provocar riesgo. Una de esas fue cuando centró para Pedrozo, que por poco no la agarró con precisión y la pelota se fue abierta.

En el complemento, Atlanta salió mucho mejor. Durante los primeros 10 minutos dejó en su arco a Ferro, que se salvó del empate cuando Miño voló para sacar al corner un disparo de Bisanz que pedía ángulo. Pero con el correr de los minutos se fue quedando sin ideas para transformar ese dominio en el empate, y Orfila empezó a buscar las variantes en el banco.

Así, metió a Lucas Ríos por un Klusener que no tuvo ninguna, y debutó Iván Gorosito por Juan Galeano. El ingreso de los dos jóvenes veloces no logró hacer mella en una defensa local que estaba bien parada. A Ríos se lo vio muy metido, pero no tuvo más oportunidades que un tiro libre que lanzó al palo del arquero. Gorosito pareció más de lo que ya tiene a disposición el entrenador: mucha voluntad y entrega, pero un tanto falto de criterio para decidir. No obstante, lleva apenas unos entrenamientos con el equipo y jugó menos de media hora.

Aunque Ferro no atacaba (Rago casi que fue espectador de lujo en el complemento), Atlanta estaba lejos del empate. Los minutos le jugaban en contra y la imprecisión o los disparos lejanos sin sentido empezaban a aflorar. El Chano mandó a la cancha a las últimas alternativas ofensivas que le quedaban Marcioni, que entró por un agotado Bisanz, y Evelio Cardozo, que reemplazó al también extenuado Dramisino.

Poco cambió eso en el partido. Atlanta siguió buscando con más ganas que ideas, y sin ningún tipo de resultado. Ferro aguantó, usó el reloj a su favor, y se llevó su quinto triunfo consecutivo; el negocio le salió redondo.

Si se mira la película completa, el Bohemio al menos muestra actitud, cierta rebeldía, algo que hasta hace no mucho no se encontraba. Sin embargo, si ese ímpetu no se conjuga con criterio y precisión, sólo se ve un equipo nervioso y acelerado, que lejos está de conseguir un buen resultado.

El principal déficit está en el gol: sólo marcó en uno de sus últimos cuatro partidos, en el que marcó tres de los cuatro goles que lleva el equipo en los seis encuentros que jugó desde la llegada de Orfila. Lo positivo, en medio de todo esto, es que García y Colombo dejaron una buena imagen en la saga central.

Mariano Perusso

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