La campaña del campeón

Repasá el camino del Viaducto en la B Nacional, desde la primera fecha hasta la final consagratoria. El merecido título de un equipo que se armó para otra cosa.

Publicada: 28/04/2019 17:02:52

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Arsenal de Sarandí comenzó la temporada 2018/19 con un discurso que se repetía desde el entrenador, Sergio Rondina, hasta los nuevos refuerzos, como Ramiro López o Maximiliano Gagliardo, pasando por el flamante mánager, Pulciano Aquino. Todos decían lo mismo: que el club se armaba para acomodarse a una nueva realidad, que el objetivo no era el ascenso.

Y el comienzo del equipo fue acorde a lo dicho: un modesto empate como local con Gimnasia de Jujuy, una igualdad sin goles con Santamarina en Tandil y una derrota, en casa, con Instituto. Daba la impresión no sólo de que el equipo se había armado para tratar de acomodarse a la categoría, sino que encima le iba a costar.

Llegaba el duelo en Temperley que sería visagra. El Arse jugó muy bien y venció agónicamente al Celeste por 3-2. Allí hilvanó una racha de cuatro victorias al hilo (3-0 a Mitre, 0-2 a Chacarita y 1-0 a Morón) que lo metieron en torneo. Y luego del empate en Mendoza con Independiente Rivadavia, que terminó siendo un puntazo, llegó otro partido clave.

Quilmes en casa era una prueba de fuego. El Arse sufrió la lesión de Juan Manuel García, goleador con cinco tantos en ese momento, pero goleó por 4-1 al Cervecero. El invicto se caería en la primera excursión sin Juanchon: fue 0-2 con Sarmiento en un partido que se debió suspenderse por un corte de luz en el mejor momento del Viaducto y se terminaría al día siguiente con el gol definitorio del Verde.

Arsenal se recuperó ganándole 2-1 a Brown de Adrogué, pero no pudo con Ferro en Caballito y cayó por el mismo resultado. El cierre del año fue a todo trapo, superando con autoridad 2-0 a Nueva Chicago, un candidato al ascenso.

El año arrancó bien, con dos victorias ante Brown de Madryn y Olimpo de Bahía Blanca. Pero llegó la mala racha. Arsenal empató con Rafaela, Los Andes, Central Córdoba de Santiago del Estero y Almagro. Y coronó la seguidilla cayendo en Saavedra con Platense 3-0. Parecía que el sueño de ascender, que había tomado forma con las victorias conseguidas, se pinchaba.

Pero el equipo salió. Goleó en casa a Gimnasia de Mendoza por 3-1 y repitió el resultado en Campana para vencer a Dálmine. Antes de quedar libre, superó a Agropecuario por 2-0 y esperó a que la miloagrosa combinación de resultados entre Sarmiento y Chicago se diera para llegar con chances al final. Y se dio.

Mientras jugaban los tres candidatos al ascenso juntos, Arsenal fue protagonista venciendo agónicamente a Defensores de Belgrano, cuando en Junín se estaban preparando para celebrar. Torrent le dio el pase a la final en la que se jugaban a todo o nada.

El broche de oro fue en cancha de Banfield, donde pronto volverá a jugar Arsenal mano a mano con la elite futbolera del país. Allí superó con autoridad a Sarmiento de Junín gracias al gol de penal de Leandro Garate. El cierre que merecía un equipo que peleó desde las sombras para llegar a donde llegó.

Mariano Perusso