“No recuerdo nada”

Joaquín Gil, árbitro agredido en el duelo entre Independiente y El Linqueño en Chivilcoy, contó cómo sufrió el incidente y lamentó: “Terminó con una mancha más al fútbol”.

Publicada: 22/05/2019 19:23:00

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La tarde del domingo en Chivilcoy se vio ensuciada una vez más por la violencia. La ida de la final de la Región Pampeana Norte ni siquiera terminó. ¿Por qué? Porque el árbitro del partido fue agredido en la cabeza con una botella por lo que no pudo continuar y debió ser trasladado al hospital.

Y el propio Joaquín Gil explicó su estado de salud como el momento que le tocó vivir. “Estoy bien, recuperándome de lo que pasó el domingo; triste por lo que se jugaba, una etapa definitoria, tenía que ser una fiesta, un espectáculo de fútbol, terminó manchado por la agresión hacia mi persona”, expresó en diálogo con La Razón de Chivilcoy.

Sobre la agresión, el juez reconoció: “Siento un golpe en la sien, me tomo el rostro, perdí la conciencia, comencé a ver nublado, recuerdo que di dos o tres pasos y me senté en el piso, de ahí en más no tengo noción de lo que pasó”. Y agregó: “Cuando reacciono estaba en el nosocomio de Chivilcoy”.

“No recuerdo nada”, remarcó el árbitro oriundo de San Pedro, quien estuvo en observación y por recomendación médica se le sugirió quedarse internado, aunque decidió retirarse del hospital por su propia voluntad. “No podíamos quedarnos porque tenemos un trabajo que cumplir, no vivimos del fútbol, sino que lo hacemos por la profesión”, indicó Gil.

Además, con el dolor de no haber podido disfrutar de un espectáculo deportivo, lamentó: “Uno llegó a Chivilcoy con las mejores expectativas de lo que es una final, pero nunca imaginé que podía ser agredido por un simpatizante. Uno quiere disfrutar dirigiendo, pero terminó con una mancha más al fútbol”.

Y por último, contó sobre lo que redactó en su informe que elevó al Consejo Federal. “Expresé lo sucedido, no se agregó nada más que lo que ocurrió. Muchos pueden pensar que podría agregar cosas, no, solamente lo que pasó y lo que viví; lo que viví ya es duro”, concluyó el árbitro.

EL MOMENTO DE LA AGRESIÓN:

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