Vuela alto

El Azul le ganó 2-0 a Sportivo Barracas y sueña más que nunca con el Reducido. Ahora, comparte los mismos puntos con Merlo por el último cupo. Los goles: Ortigoza y Llodrá.

Publicada: 17/03/2018 17:35:14

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San Martín de Burzaco visitó el campo de Atlanta para enfrentarse a un rival que llegaba de capa caída, desde los números y su rendimiento. El combinado de Galeano, más allá de su última derrota, camina por una curva ascendente en el plano futbolístico y se aprovechó de Sportivo Barracas.

Con pelota y sin ella, San Martín lastimó al Arrabalero de principio a fin. Transformó presión en robo y avances, y generó buenas sociedades cuando se hizo con la posesión. El primer tiempo, que fue cuando se definió el partido, fue un monólogo de los de Burzaco luego de destrabar el arco. Al cuarto de hora Sebastián Contreras se tomó un tiempo más en la medialuna, enganchó y asistió para la profundidad de Oscar Alegre. El Topo fue preciso para servir la llegada de Maximiliano Ortigoza, que participó en la elaboración inicial y llegó para pisar el área y convertir.

Luego de abrirse el marcador, el equipo de Diego Galeano no retrasó metros en el campo y continuó por el mismo camino. Porque no está acostumbrado a hacerlo y porque las sensaciones de inseguridad que otorgaba el engranaje defensivo de Sportivo Barracas hacían imaginar la posibilidad de estirar la ventaja.

La inseguridad no iba a ser sólo una sensación sino una realidad minutos más tarde. Primero, el Azul marró varias oportunidades de gol y se encontraba de nuevo con el problema de la eficacia. A ello, se le generaron imprevistos: Leandro Fernández debió abandonar el campo por problemas en su rodilla. Sin centrales en el banco, había que mover piezas. Leonel Llodrá por el capitán era la modificación. Un jugador netamente ofensivo por un defensor parecía un cambio osado, pero tenía sentido.

Gastón David pasó a la zaga, Ortigoza se retrasó al lateral y Llodrá ocupó el lugar del autor del primer gol. El dispositivo debía acomodarse, pero no iba a tardar en dar respuestas. Tras un envío largo del Ruso Scurnik, Alegre y David Ledesma lucharon y forzaron al error rival. El Topo desprendió para el Chiqui, que se metió en él área y abrió su pie izquierdo para buscar el ángulo. El Mono Cáceres impidió su destino, pero no la segunda jugada. El recién ingresado, ex Argentinos Juniors, capturó el rebote y puso el 2-0 en la primera que tocó.

Todo lo que quedó después fue la salida de Scurnik por problemas lumbares y un dominio que el elenco visitante no pudo transformar en goleada. Sportivo Barracas no coordinó tiempos de presión, perdía pelotas en zonas sensibles y le costaba horrores generar ocasiones.

El control fue total y San Martín, si bien no terminó de definirlo, se dio el lujo de alivianar esfuerzos. Ahora la tabla lo ilusiona y su rendimiento futbolístico, secundado por resultados, son una inyección de confianza en un tramo determinante. La próxima fecha recibirá a Laferrere en una jornada en la que chocarán muchos rivales de arriba. Ahora, al sueño, lo acompaña una realidad.

Franco Stechina