Promocional Amateur | Juventud Unida

Del sueño a la pesadilla

Se acabó una temporada en la que el Lobo Rojo se ilusionó con el ascenso y terminó quedándose con nada. Repasá la campaña que pintaba bien y se terminó el fin de semana.

Publicada: 20/05/2019 16:44:15

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Juventud Unida había terminado bien el torneo pasado y Mariano Moramarco se quedó para pelear algo grande. El Colo planeaba ascender, armó su plantel y formó una pretemporada que, luego rápidamente comenzó a darle frutos. Pero el equipo se pinchó en el final, el DT se terminó yendo a mediados del torneo y la dupla que lo sucedió no le encontró la vuelta al equipo. La llegada de Steinbach no bastó para lograr el objetivo.

El equipo arrancó bien, venciendo a Real Pilar, un rival duro y complicado, que prometía. La derrota en el clásico con Muñiz no alcanzó para hacer caer a un equipo que en las siguientes fechas venció a Cambaceres, Atlas y Yupanqui, e igualó con Ballester. Así, alcanzó la cima del torneo para la fecha 6, tras vencer al Trapero. Los empates sin goles con Lugano y Liniers, más el triunfo con Argentino de Rosario levantaron al plantel.

Y después legó la mala. Desde la fecha 10 a la 15, el equipo no volvió a ganar, empató con Puerto Nuevo, Claypole, Centro Español y Deportivo Paraguayo, y perdió en su visita a Argentino de Merlo. Así, terminó la primera ronda ya más lejos de la cima que durante un tiempo ostentó. Para colmo, Mariano Moramarco decidió irse luego de que le informaran que el equipo iba a recibir una importante merma en lo económico.

Se fueron también valores importantes del equipo como Mauro Romay y Franco Martel, y el terremoto amenazó con la partida de otros referentes. Sin embargo, la tormenta pasó, llegó el nuevo cuerpo técnico, encabezado por los hermanos Ariel y Lucas Crespín, y se buscaron refuerzos. El equipo era firme abajo, tenía la valla menos vencida, por lo que se apuntó a jugadores ofensivos. Llegaron Marcos Morici, Ayrton Barreiro, Miguel Acuña y Maximiliano Romero.

Pero no sólo le costó al Lobo Rojo marcar tantos, sino que además perdió la solidez defensiva que lo había caracterizado. En las primeras seis fechas, el equipo recibió 10 tantos, cuando en la primera rueda entera le habían hecho seis. La mala racha se extendió hasta la fecha 30, y en ese interín el equipo perdió con Muñiz, Cambaceres y Liniers, e igualó con Real Pilar, Atlas, Ballester, Yupanqui y Lugano.

Para ese entonces, la decisión fue optar por la partida de la dupla técnica y apuntar a un volantazo que le hiciera al menos pelear el Reducido. Con DTs interinos, el equipo volvió al triunfo en Rosario, venciendo 1-0 a Argentino. Y luego, en el debut del Loco Steinbach, goleó 3-0 a Puerto Nuevo. Parecía que todo se encaminaba, pero el Lobo Rojo no volvió a ganar en la siguientes tres fechas: perdió con Argentino de Merlo (el campeón) y Centro Español, y empató con Claypole.

Le quedaba ganarle a Paraguayo y esperar a que se dieran unos resultados para asegurar su ingreso al Reducido. El equipo ganó y por diferencia de gol se terminó metiendo en el último puesto para visitar a Liniers, el escolta. En Villegas, Juventud Unida fue superado, cayó 1-0 y se terminó todo.

Mariano Perusso

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