Sigue en caída

En Puerto Madryn, el Canario fue goleado por 3-0 ante Guillermo Brown. Un panorama difícil y preocupante para Flandria que todavía no sumó en el inicio del campeonato.

Publicada: 08/10/2017 20:09:16

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En Flandria ya se encendieron todas las alarmas. Con un inicio de temporada preocupante y sin sumar ni siquiera un punto en estos tres partidos (van cuatro jornadas y el Canario ya quedó libre), está en el fondo de la tabla de los promedios. En un torneo “corto” de 25 fechas sin revanchas, la situación toma un tono de mayor gravedad.

En Madryn, parecía un buen día para despegar, ante un equipo en formación y con un arranque irregular (había ganado uno y perdido los otros dos). Sin embargo, con practicidad y contundencia, Guillermo Brown doblegó a Flandria por 3 a 0. Llegó tres veces y fueron letales.

La dupla Gómez-Orsi cambió todo para esta visita a Madryn. Es que a los nombres, también modificó esquema: afuera ese medio de cinco volantes y adentro el clásico 4-4-2, con Sebastián Matos y Pablo Bueno como dupla de ataque. Pero en el juego, poco se modificó.

Recién a los 21 minutos, Flandria tuvo un tiro al arco. Débil y sin riesgo, aunque llegada al fin. Fue a los ponchazos, que nació en un lateral de Camacho sobre la izquierda, un par de pelotazos y la pelota que le quedó a Mauro Bellone, pero no le pudo dar de lleno cuando aparecía una pierna para trabar. Encima, un par de minutos después, Apriles ejecutó bien una pelota parada (no pareció infracción de Claudio Pérez), Leo Griffo dio rebote ante el cabezazo y Matías Rojo la empujó al fondo de la red en la boca del arco.

Sin embargo, a los 31 el Canario iba a tener la igualdad que fue anulada por el juez de línea que dudó, marcó hacia el medio de la cancha y luego levantó la bandera. Todo nació con un tiro libre de Milton Zárate que Juan Cruz Randazzo llegó a peinar con su cabeza justo, aunque según el asistente de ese sector estaba un paso más adelantado. No pareció.

Al Canario le costó progresar en el campo de juego con una asociación de pases. Por eso, todo eran bochazos para Matos y Bueno para apostar por la llegada de los volantes y la segunda jugada. Y, en ese contexto, dependió demasiado de la pelota parada. Del otro lado, algunos movimientos interesantes de Mariano Guerreiro, los desbordes de Adrián Martínez y la voluntad de Guillermo Ferracuti. Un nivel chato de ambos. Por eso, no llamó la atención que los arqueros no tuvieran intervenciones más allá de esas dos jugadas que marcaron el ritmo de la primera etapa.

En el complemento, el equipo de Jáuregui mejoró su actitud y cambió su decisión: ya no esperó a ver qué hacía su rival, sino que se hizo cargo del partido. Por eso, el partido se jugó en terreno de Madryn. A los cinco minutos, Milton Zárate sacó un remate de media distancia que casi complica: la pelota le picó antes al arquero, se elevó más de lo previsto, dio en el pecho de Bilbao y tomó un raro efecto, pero finalmente le quedó al arquero.

Sin embargo, en su primera llegada del segundo tiempo, el local iba a liquidar el partido. Guerreiro metió un centro perfecto para la llegada solitaria de Acosta y, a pesar de la tapada inicial de Griffo ante el cabezazo del delantero, en el rebote Iván Silva sacó un bombazo de afuera que se clavó en el ángulo.

Ahí murió el partido para el Canario, aunque a los 23 minutos llegó el tercero. Corrida de Acosta por la izquierda escapando a Cabral, “Chiqui” Pérez no llegó a cerrar y el delantero definió al primer palo ante la salida de Griffo.