Punto para acercarse

Al Canario le faltó efectividad para quedarse con el triunfo en casa. Por eso, debió conformarse con un empate 1-1 frente a Crucero del Norte con el tanto de Franco Costa.

Publicada: 12/07/2017 20:54:27

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Un punto más para acercarse al objetivo. Aunque todavía no alcanzó y dejó pasar una buena chance, Flandria al menos pudo cortar esa racha de dos derrotas consecutivas. Era una linda oportunidad. Sin embargo, al Canario le faltó efectividad para aprovechar la gran cantidad de situaciones que generó. Por eso, el 1 a 1 ante Crucero del Norte dejó una sensación amarga en el espíritu.

El partido comenzó con ritmo y con una clara intención de ambos: atacar. Cada uno con sus posturas. Crucero del Norte apostó por explotar el espacio a la espalda de Franco Costa, con Silvero bien abierto y jugando en el mano a mano ante Camacho. Justamente, el Canario en ese sector tuvo graves inconvenientes en Tucumán. Y a eso se le sumaba el buen manejo de Hernán Bruno.

Sin embargo, sin jugar bien, Flandria fue más profundo en ese arranque. A los 3 minutos, Melivilo se metió a puro enganche adentro del área y, cuando tenía pase, buscó el puntazo de derecha que se fue alto. Enseguida lo tuvo Mario Mussón tras el tiro de esquina, pero el defensor se llevó por delante la pelota y no le pudo dar dirección. Del otro lado, Fernández no llegó a peinar el centro de Bruno y Griffo atrapó abajo en dos tiempos.

A pesar de la paridad de juego, el Canario sacaba una luz de ventaja por su profundidad. Aunque no estuvo efectivo en el último pase. Primero le interceptaron los remates a Bellone y a Melivilo. A los 12, tiro libro de Ortiz y cabezazo de Matos que terminó en el fondo de la red, aunque el línea anuló todo por posición adelantada.

A esa altura, el partido merecía goles. Sin embargo, ninguno pudo mantener el ritmo y el juego entró en un pozo, con algo de fricción y mucha pelota en centro del campo de juego. Por eso, hubo que esperar hasta la media hora para ver otra chance. Y otra vez fue de Flandria: tras una serie de rebotes, Matos clarificó con un cabezazo a las espaldas de los centrales y con la punta de los pies el arquero se lo tapó a Costa.

El minuto 35 fue de los palos. De un lado y del otro. Porque Fernández reventó el derecho de Griffo que llegó a manotearla. Y en la contra, gran pase de Altuna, centro de Melivilo y Costa girando sacó un bombazo que rebotó en el travesaño. “Paqui” tuvo otra en el final cuando le ganó a su marcador y de frente al arquero quiso romperle el arco, aunque la pelota se levantó demasiado.

En el cierre, llegó el gol del conjunto de Misiones. Y tuvo polémica. Fernández giró bien afuera del área y tocó para Domínguez que sacó un bombazo desde afuera. El desvío en un defensor descolocó a Griffo, la pelota dio en el travesaño, tomó altura y bajó en la cabeza de Fernández que, agarrado por Camacho, llegó a empujarla como pudo. A todo eso, el 1 Canario ya se había de levantado y llegó a manotear hacia afuera, aunque el línea dijo que la pelota ya estaba adentro. En la repetición de la transmisión de Pares TV se nota cómo la pelota le rozó en la mano al delantero tras empujarla de cabeza.

En el complemento, el Canario fue un huracán. Aceleró el paso y salió con todo. Ortiz y Melivilo activo eran los más peligrosos. Justamente, el “Mono” metió un tiro libre cerrado que nadie llegó a desviar y la pelota dio en el palo ante la mirada de Arce. Hasta que a los 12 minutos llegó el empate merecido. Esta vez, Costa no falló: le dio de volea contra el palo luego del centro de Melivilo y el toque de Matos en el camino.

El conjunto de la dupla no bajó el ritmo y, aunque Crucero no se resignó a atacar, tampoco lo hizo con la misma profundidad. Por eso, el Canario jugaba literalmente en campo rival: la última línea se plantó en la línea central y abrió bien la cancha ya con Fergonzi en cancha.

Con el correr de los minutos, Flandria fue cambiando el esquema y terminó con un clásico 4-4-2 con Matos y Bueno haciendo de dupla adelante. Y mientras el equipo de Lippi hacía todo lento, por momentos el local se pasó de aceleración. Por eso, perdía claridad. Y, por ende, profundidad.