Una noche para el olvido

Ferro perdió 3-2 con Independiente Rivadavia y acumuló su segunda derrota en el campeonato. Renzo Tesuri y el debutante Franco Pulicastro hicieron los goles.

Publicada: 24/08/2019 22:52:57

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El Verdolaga fue a Mendoza con el objetivo de recuperarse tras la derrota en el debut ante Platense, pero tuvo una mala noche y perdió 3-2 con Independiente Rivadavia. Renzo Tesuri y Franco Pulicastro hicieron los goles de un Ferro que apretó en el final en busca del empate, aunque no le alcanzó. Además, Cristian Bordacahar salió lesionado.

El equipo de Jorge Cordon tenía como objetivo repetir lo hecho durante el primer tiempo el lunes en Caballito, donde había jugado muy bien, sin embargo tuvo un comienzo algo dubitativo y la Lepra se puso en ventaja a los 7’ gracias a un zapatazo esquinado de Matías Viguet. Luego de ese gol, Oeste mejoró, se adelantó en el campo y llegó al empate a los 22’ tras un remate de larga distancia de Bordacahar que el arquero no pudo contener y Tesuri convirtió en el rebote.

Ferro crecía con el correr de los minutos dentro de lo que era un partido por momentos intenso, pero a los 35’ sufrió la lesión de Bordacahar, uno de sus mejores jugadores, y ahí el equipo se resintió.

Al igual que el lunes pasado ante Platense, el comienzo del segundo tiempo fue muy malo para Ferro. La fragilidad defensiva del equipo se notó, y a los 4’ un mal rechazo de Matías Mariatti pegó en Julián Navas y la pelota se metió increíblemente en el arco de Andrés Bailo. Un gol insólito que golpeó anímicamente a la visita.

Los dirigidos por Cordon estuvieron muy inconexos, con una endeblez defensiva muy evidente y con poco peso ofensivo, muy lejos del arco rival. Y en medio de ese descalabro, a los 26’, Independiente Rivadavia anotó el 3-1 a través de Gonzalo Klusener.

Ferro todavía se guardaba una carta, el ingreso del debutante Pulicastro, un juvenil de 19 años y 1.87 cm de estatura al que le tiraron todos los centros posibles. Y, en el primero que le tiraron, el pibe selló el 3-2 de cabeza. Allí el Verdolaga se envalentonó y buscó el milagro, tuvo dos clarísimas con Tesuri y con Barranco, pero no pudo ser. Así, Oeste se fue de Mendoza con las manos vacías.