Primera Nacional | Ferro Carril Oeste

Más que un club

El Verdolaga cumple 114 años de vida y en el día de su aniversario Solo Ascenso preparó una nota especial con lo mejor de la historia del club de Caballito.

Publicada: 28/07/2018 03:11:08

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El Ferrocarril Oeste de Buenos Aires fue el primero que se construyó en suelo argentino y tuvo un papel fundamental en la vida de los porteños hacia fines del siglo XIX. Como así también tiene un papel importante en la sociedad la institución que lleva su nombre. El 28 de julio de 1904, un grupo de 95 empleados de ese ferrocarril, en su mayoría ingleses, se reunieron en la oficina de cargas para fundar un club con el fin de fomentar el ejercicio físico entre sus asociados. Así nació el glorioso Club Ferro Carril Oeste.

Gracias a los directivos de aquella época, la institución pudo contar rápidamente con terrenos para la construcción de una sede social y un campo de deportes. De esta manera, a pocos meses de su fundación, Ferro ya tenía su estadio en el barrio porteño de Caballito. Se inauguró en enero de 1905 y tiene el privilegio de ser el más antiguo del fútbol argentino y el segundo más antiguo de América.





El fútbol fue el primer deporte oficial de Oeste junto con el críquet, aunque poco a poco se fueron agregando otras disciplinas como el tenis y el atletismo. Años más tarde, el básquet y el vóley se transformaron en actividades principales para la institución. Además tiene handball, hockey, natación, gimnasia y béisbol entre otros. Todo esto, sumado a las famosas colonias veraniegas y al instituto de nivel inicial y primario que tiene, hace que Ferro sea mucho más que un club.

Tal es así que en 1988, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), representante de 195 países, distinguió a Ferro por ser una institución ejemplo de solidaridad y principios internacionales realizando actividades concretas de mejoramiento de los recursos humanos para la difusión del deporte y la educación física. Sólo dos clubes en todo el mundo recibieron esta importante distinción: Ferro y el Milan de Italia.

En cuanto a los comienzos, la primera camiseta fue blanca y después pasó a ser borravino con mangas celestes, como la del Aston Villa de Inglaterra, pero tras una mala racha de resultados se decidió cambiar al verde para la temporada de 1912 y trajo buena suerte porque Oeste logró el ascenso ese mismo año. A partir de allí, el verde fue el estandarte para siempre.

En lo futbolístico, el equipo participó del primer campeonato profesional de Primera División en 1931 y ganó su primer partido 2-0 a Argentinos Juniors. El Verdolaga alternó buenas con malas y contó con figuras importantes a nivel nacional, pero en 1946 descendió, aunque volvió rápidamente tras dos años en la Segunda División. En 1959 se dio la mejor campaña hasta ese momento, con un histórico tercer puesto en la máxima categoría. Aquel equipo memorable formaba con: Roma; Mogaburu, Marzolini; Ríos, Balay, De Vita; Juárez, Berón, Acosta, Lugo y Garabal.



Después de atravesar algunos ascensos y descensos, Ferro tuvo su época más gloriosa en la década del ’80, en donde conquistó el Nacional de 1982 y 1984, además de tres subcampeonatos y dos participaciones históricas en la Copa Libertadores. Paralelamente, el básquet y el vóley también eran campeones nacionales. El Verde crecía institucionalmente y deportivamente a pasos agigantados, alcanzaba una cifra impresionante de 40 mil socios y se convertía en el club modelo de la Argentina.

El primer título de la historia llegó en el Nacional de 1982 de la mano de Carlos Timoteo Griguol, quien llegó a Ferro gracias a la recomendación de otra gloria del club como León Najnudel. El entrenador formó un equipo fantástico que ganó el torneo de manera invicta y dejó una huella imborrable en el fútbol argentino. La tarde del 27 de junio de ese año fue inolvidable: el Verde derrotó 2-0 a Quilmes con goles de Juárez y Rocchia en Caballito y gritó campeón por primera vez. Aquel día el equipo formó con: Basigalup; Gómez, Cúper, Rocchia, Garré; Arregui, Saccardi, Cañete; Crocco, Márcico y Juárez.







El Verdolaga se había transformado en el mejor equipo de la época y le peleaba todos los torneos a los grandes del país. Tal es así que volvió a ser campeón dos años más tarde, en el Nacional de 1984 tras vencer a River en una final histórica: le ganó 3-0 en el Monumental y luego 1-0 en Caballito. El equipo fue la base del ’82 y en el partido decisivo alistó a: Basigalup; Agonil, Cúper, Marchesini, Garré; Arregui, Brandoni, Cañete; Noremberg, Márcico y Gargini.







Tras varios años en la élite, el club tuvo un progresivo declive en la siguiente década que culminó con el descenso a la B Nacional en el 2000 y otra pérdida de categoría a la B Metropolitana en 2001. La crisis que golpeó al país también contribuyó a la pérdida de socios y eso sumado a una serie de administraciones fraudulentas que vaciaron al club decretaron la quiebra financiera en 2002. La institución pasó un infierno durante 12 años hasta que gracias al aporte de los socios se levantó a fines de 2014.

A partir de ese momento, el club volvió a ser de los socios y se reactivó. Comenzó a reconstruirse con distintas obras, edificó un gimnasio multideportivo, dejó los históricos tablones para dar paso a un nuevo estadio y además en el plano deportivo también se afianzó. El fútbol estuvo muy cerca del ansiado regreso a Primera en 2015 y hoy pelea por volver a donde se merece. Sí, porque Ferro es más que un club. Es un formador de personas y de deportistas de múltiples disciplinas. Es un constante aporte al desarrollo social y cultural del barrio. A pesar de los malos momentos, Oeste es un club de primera. ¡Feliz cumpleaños, Verde!



Matías Mansilla

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