Como poderoso gigante

El Cele logró acceder a la final del Reducido tras vencer a Deportivo Merlo por 2-1 y sueña con subir a la B Metro. Los goles fueron de Cristian Peláez y Maravilla Martínez.

Publicada: 15/07/2017 21:53:20

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Una jornada muy esperada se vivió en la cuidad de Zárate, donde tenía varios argumentos: los 24 partidos invictos de local, una definición de semifinales por un ascenso y el agregado de haber cumplido 103 años de vida. Esos motivos lo llevaron al público a acompañar al equipo de Gustavo Puebla, con el recibimiento colosal que le pusieron color a la tarde gris.

Ya que en la ida terminaron igualados, el Celeste salió de arranque a llevarse el partido y durante los primeros veinte minutos se mantuvo en el campo rival, con el factor del juego rápido a causa de la llovizna que había caído sobre el campo de juego pero las llegadas de peligro no las pudo concretar.

Primero Ismael Gómez estrelló la pelota en el horizontal y en la siguiente Velázquez definió cerca del primer palo de Federico Tursi. Esas aproximaciones demostraban que el local se encontraba mejor plantado en la primera etapa y muy cerca de romper la paridad ante un Merlo que no inquietó a Figueroa. Con ese parámetro los dos equipos se iban al descanso 0-0.

El complemento comenzó de manera similar al primero, donde el local siguió creando situaciones, por medio de Javier Velázquez, que conectó de cabeza un centro por izquierda de Fernández, pero el balón se fue al lado del palo. Sin embargo, Gabriel Manzini buscó en el banco de suplentes poder cambiarle la cara a su equipo, con los ingresos de Blanco y Molina. Fue así que le permitieron a Cristian Fabbiani empezar a destacarse al igual que en la ida.

Pero cuando parecía volver a aplacarse el partido, una pelota parada ejecutada por Ismael Gómez encontró el cabezazo justo de Cristian Peláez, que logró vencer la valla visitante y de esa manera le permitía al Celeste ponerse en ventaja por 1-0 cuando iban 18 minutos.

Una vez puesto en ventaja el CADU continuó atacando para liquidar el partido, pero no tuvo puntería. Adrián Martínez elevó su remate dentro del área chica tras la asistencia de Ritacco. Y unos minutos más tarde, Ramiro Fernández probó con un disparo, pero lo encontró bien atento a Federico Tursi. Y de allí mismo, el arquero jugó rápido con Fabbiani, quien abrió para Oswaldo Blanco y el colombiano asistió a Javier Molina, que la empujó para colocar el 1-1.

A falta de diez para el cierre, Defensores pagaba caro los goles que no concretaba, pero como lo hizo en algunos pasajes del torneo se levantó de los golpes e insistió hasta el final en busca de su objetivo. Y todo esfuerzo no fue en vano, porque los guerreros de Gustavo Puebla fueron al ataque confiando en que una más le iba a quedar, y esa ocasión le cayó en el pie derecho a Maravilla Martínez, que a falta de tres minutos del final concretó el 2-1.

Ese gol agónico que se festejó entre abrazos y desahogos bajo la lluvia que caía a esa altura de la tarde, le valieron a Defensores Unidos trepar a la final del Reducido y tener la posibilidad de lograr el tan ansiado ascenso la B Metropolitana. El rival con quien disputará la final por el segundo ascenso será San Miguel y la definición comenzará este miércoles con el encuentro de ida, con escenario a confirmarse. Mientras que, el próximo domingo 23 de julio, se jugará el partido de vuelta en Zárate.