¡Qué los cumplas feliz!

En un partido que tuvo de todo, el Dragón se llevó un triunfazo de Tandil tras derrotar por 2-1 a Santamarina y le dio el regalo perfecto al cumpleañero Fabián Nardozza.

Publicada: 24/09/2019 00:35:20

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Uno de los deseos que seguramente pidió Fabián Nardozza este lunes, cuando cumplió 54 años y esperaba en Tandil por el partido que se jugó por la noche en el Estadio Municipal, se hizo realidad: Defensores de Belgrano le ganó 2-1 a Santamarina y se trajo tres puntos importantísimos, no solo porque venció a un equipo a priori duro, sino también por las circunstancias del encuentro.

El partido empezó de la mejor manera para el Dragón, que al minuto de juego ya lo ganaba gracias Ezequiel Aguirre. Luego de que Nicolás Benegas se la bajara de cabeza, el Topo se escapó y, desde afuera del área, con un derechazo cruzado dejó desparramado en el suelo a Joaquín Papaleo para marcar el 1-0. El 7 se hizo gigante y fue una de las figuras del encuentro, una vez más.

El Aurinegro acusó el golpe y respondió con un disparo de Krupzky que Maximiliano Velazco desvió al tiro de esquina y más tarde Juan Manuel Olivares estuvo cerca de aumentar la diferencia, pero su remate se fue por encima del travesaño. Luego llegaría una jugada que cambiaría el tramite del partido: Juan Manuel Sosa saltó y golpeó en la boca a Martín Michel, por lo que el árbitro Pablo Giménez le sacó la tarjeta roja.

El local aprovechó la superioridad numérica y volvió a exigir a Velazco, que le sacó un remate de media distancia a Guiffrey. Pero luego, a la salida de un córner, el arquero del Dragón se equivocó y le permitió a Fernando Piñero marcar de cabeza el empate transitorio.

En el complemento Santamarina empezó a empujar al Rojinegro hacia su propio campo, pero de todas maneras el conjunto dirigido por Nardozza avisó con un cabezazo de de Benegas. Y a los 52', en el mejor momento del equipo de Teté Quiroz, Olivares sacó a relucir su pegada y con un zapatazo de media distancia que tuvo destino de ángulo, marcó el 2-1.

El elenco tandilense intentó y tuvo una inmejorable oportunidad de igualar el partido: a los 84' Velazco le cometió un clarísimo penal a Acevedo por el que debió irse expulsado (ya estaba amonestado), pero Giménez decidió no sacar tarjeta. Michel se hizo cargo de la ejecución, pero entre el uno de Defe y el palo le negaron el grito.

Así, tras jugar más de 60 minutos con un jugador menos, el Rojinegro se quedó con un triunfo valioso y por el que, tal como pasó la fecha pasada ante el Lobo jujeño, luchó mucho. Quizás con mucho más corazón que fútbol, pero con una entrega innegable que le permitió obtener su tercera victoria consecutiva y estar en la parte alta de la tabla de la Zona B de la Primera Nacional. El sábado próximo a las 15.30 recibirá a Instituto en el Bajo Núñez, en otro duro compromiso.