Un partido muy especial

El Bohemio y All Boys volverán a verse las caras después de varios años, en un encuentro con poca historia de clásico, pero mucho valor emocional por cuestiones geográficas.

Publicada: 20/11/2018 13:16:00

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Son apenas cinco kilómetros los que separan al León Kolbowski del Estadio Islas Malvinas. Eso explica la rivalidad que surgió entre Atlanta y All Boys, en un cruce que tiene mucho peso emocional, aunque algunos se rehusan a llamarlo clásico. Es cierto que el choque de más importancia para Villa Crespo es Chacarita, con quien ya no hay cercanía barrial de canchas, pero sí hay mucha historia detrás.

El enfrentamiento entre Bohemios y Funebreros es un partido tradicionalmente de primera. El caso con el Albo es completamente opuesto, ya que es una rivalidad que surgió con la cantidad de años que ambos jugaron en el ascenso. De hecho, en Primera, apenas se vieron las caras 17 veces, con cinco triunfos para cada uno y siete empates. De hecho, aunque la historia reciente encuentra al club de Floresta con un cercano paso por la elite del fútbol argentino, el Bohemio tiene 64 temporadas en la A, mientras que All Boys 19.

Sin embargo, a base más de una pica barrial que otra cosa, se fue construyendo un clásico de ascenso, cuyo historial completo es muy parejo: un total de 69 encuentros, 21 triunfos de Atlanta, 24 de All Boys y 24 empates.

El último enfrentamiento fue por Copa Argentina en 2011. Ese día, cuando los de Villa Crespo estaban en la B Nacional y sus vecinos en Primera, se enfrentaron en cancha de Huracán. Con suplentes, Diego Bielkiewicz le dio el empate en la última a Atlanta, que terminaría avanzando por penales.

Un recuerdo mucho más emotivo es el último choque entre ambos por torneos tradicionales, justamente en la B Metropolitana. Fue en 2008, cuando en cancha de Platense, All Boys venció 2-0 y se coronó campeón. Ese día, Nicolás Cherro fue titular. El último triunfo del Bohemio fue en 2005, cuando con un gol agónico de Mosquera, se impuso en Floresta por 1-0.

Otro choque muy recordado es el 2-2 en diciembre del 2002. Atlanta ganaba 2-0 de visitante con dos goles de Lucas Ferreiro, pero el Albo encontró la igualdad con dos golazos calcados del Pepe Monje. Ese día, Ricardo Caruso Lombardi, que era el entrenador de los locales, presentó la renuncia enojado por los insultos de la hinchada.

Este miércoles, a muchos años del último cruce entre ambos, Atlanta y All Boys se volverán a ver las caras para reeditar un clásico que tiene mucho valor para los más jóvenes, y que, para los más grandes, al menos tendrá el enorme peso de ser un duelo importantísimo en la lucha por el ascenso.

Mariano Perusso