Luchó, pero no pudo

El Bohemio le dio pelea hasta el final a Tristán Suárez, pero sólo logró igualar 1-1 con gol de Diego Dorregaray (foto). Rodrigo Alonso se fue expulsado en el final.

Publicada: 03/06/2017 18:36:50

Lecturas: 1861

+ Ficha del Partido

El partido con el Lechero tuvo muchos condimentos para Atlanta. Por un lado, era el número 1000 en el León Kolbovski, sin duda un hecho histórico, que tuvo su merecido homenaje en el entretiempo. En otro aspecto, el Bohemio estaba en deuda desde lo futbolístico, y no la pudo pagar. Pero el que sí se cobró una vieja deuda fue Morón.

De movida las cosas no anduvieron bien para Atlanta. Una falta de decisión en la medialuna implicó un desborde por izquierda, centro, y en el segundo palo apareció López para abrir el marcador. Pese a la intención, al Bohemio le costó muchísimo generar riesgo en la primera etapa y se fue dejando muchas dudas.

Para el complemento, Guillermo Duró se jugó y metió dos cambios. Algo que por un lado habla de un acierto en la lectura del juego, pero también de que el DT sigue sin encontrar el equipo. Barría y Tolosa a la cancha por Peralta y Previtali. El Gurí García pasó de doble cinco o enganche, y los ingresados fueron por las bandas.

Los cambios rindieron, y ambos comenzaron a ser la principal arma de ataque. Tristán dejó de jugar y comenzó a hacer tiempo, ante la pasividad de un árbitro que ponía muy nerviosos a los jugadores locales con decisiones polémicas. Pero Atlanta era más y el empate estaba cerca.

Le costó bastante, pero un buen desborde del Gurí y un centro pasado encontraron a Barría por el segundo palo. El juvenil esquivó al arquero y lanzó un centro bajo que Dorregaray mandó al gol. Empate y faltaban casi 20 para buscar el triunfo.

Inmediatamente se repitió la combinación del gol, pero esta vez Barría pateó y el arquero la despejó con una gran reacción. El ingreso de Altobelli por Tolosa, que se tuvo que retirar lesionado, generó más presión en el área para conseguir la victoria. Pero cuando el segundo llegó, en la cabeza de Pons, el juez lo anuló por offside.

Atlanta buscó hasta el final, pero no pudo marcar el segundo, y de contra, Alonso se jugó la ropa para evitar la derrota, y se fue expulsado. Al Bohemio le faltaron ideas y fútbol, aunque algo que no se le puede recriminar a este plantel es la entrega, algo que puede darle buenos resultados si se lo conjuga con un mejor rendimiento futbolístico.

Fuera del campo de juego, Morón se cobró una vieja deuda. Cuando Atlanta en 2011 se encaminaba al ascenso, en el Oeste, un grupo de bohemios fue a tirar fuegos artificiales a las inmediaciones del Francisco Urbano. En esta ocasión, y a pocos minutos del cierre, del otro lado de la vía empezaron a explotar fuegos artificiales rojos y blancos. Lejos de la violencia, la hinchada local se dedicó a alentar al club y no buscó revancha, entendiendo así que es parte del folclore.