Ganó el fútbol

Con goles de Leonardo Gogna y Diego García, el Bohemio le dio vuelta el partido a un Defensores de Belgrano que intentó buscar el empate y se fue con las manos vacías.

Publicada: 20/05/2017 00:58:43

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Atlanta recibió en Villa Crespo a un Defensores de Belgrano que venía caído tras cuatro derrotas consecutivas. Fue un partido duro en el que la visita nunca intentó jugar al fútbol y se cansó de hacer tiempo, pero el Bohemio con amor propio y una cuota de suerte le puso justicia al resultado. Segunda victoria al hilo para los de Duró.

Los partidos con el Dragón siempre son complicados para Atlanta. Sobre todo porque los de Della Picca rara vez proponen jugarlo, sino que apuntan a ensuciar el juego. Así lo marcaron la noche del viernes, cuando a los dos minutos Albano Anconetani comenzó a demorar los saques de arco -situación que repitió hasta verse en desventaja-.

En la primera mitad, Defe apenas llegó con pelotas paradas, la especialidad de los del Bajo Núñez, y Atlanta no logró demasiado juego asociado. Fallaba en las pelotas verticales y carecía de sorpresa, algo clave para superar una defensa aguerrida como la que presentó la visita. Lo más destacado fue la expulsión de Iván Nadal, cuando iban 37, por un planchazo demencial con los dos pies hacia adelante a Nahuel Peralta.

Duró leyó bien las acciones y en el entretiempo metió a Julián Barría por Nicolás Previtali. Defe había sacado un hombre del medio para acomodar su línea de cuatro y el juvenil, con su rapidez, podía darle la sorpresa que necesitaba. Pero los planes se le trastocaron cuando en la única jugada de ataque que generó, el Dragón encontró el gol en un derechazo de Aguirre que se le escurrió entre las manos a Gómez.

El resultado era claramente injusto, y el DT no escatimó en variantes para acomodar ese asunto: Dorregaray por Ramos e Igartúa por Guillermo Sánchez. Además, la salida de Buono por un volante no hizo más que meter aún en su propia área a Defe, lo que le permitió a Atlanta acorralar a su rival.

El Bohemio merecía el empate: Pons había tenido dos clarísimas que le habían sacado en la línea, y en la más rara, llegó el 1-1. Corner desde la derecha, la pelota que es peinada en el primer palo por un defensor, la cabecea Guerra y le rebota -literalmente- a Gogna para poner la igualdad. Desprolijo, pero Atlanta lo merecía.

Faltaba mucho y la moral de los de Duró estaba en alza. Atlanta buscaba la victoria ante un equipo que se deshacía en demoras, algo más propio de un equipo que no quiere volver a la C que de uno que pelea en los puestos que lo hace Defensores de Belgrano.

Y en otra carambola, llegó el 2-1. El Gurí García puso el pie para puntear un centro de Tenaglia, y la pelota parecía ir fácil para el arquero. Pero Anconetani, que se había pasado toda la noche más atento a ver cómo podía demorar el partido que a atajar, cometió un infantil error pifiando el manotazo y dejando entrar el balón dentro del arco.

Faltaban poco más de diez minutos, pero Atlanta supo manejar la diferencia y el hombre de más. Tocó, hizo rodar la pelota y sin necesidad de meterse atrás se llevó los tres puntos. Gran triunfo para el escolta, que dio vuelta un resultado por segunda vez en el torneo, y todavía sueña. Los goles fueron carambolas, pero ganó el único que tuvo como objetivo ganar.